Cierra los ojos y convéncete a ti mismo, haz de tus sentimientos, esa cosa tan pura que tiene el ser humano, una mentira, como llevas mostrando desde hace tanto tiempo. Convéncete, engáñate, ilusionate, resígnate, miéntete, tímate, estáfate, búrlate, fíngete, traicionate, aparéntate y engatusate.
Pero no pretendas que tras un millar de intentos de defrauda con la misma técnica, la eterna defraudada no vaya viéndote venir de lejos, de modo que cuando llegues a cometer tu delito ella esté esperándote como siempre, pero eso sí, esta vez con municiones.
Hola,
ResponderEliminar¿Te importaría ponerte en contacto conmigo? Te dejo mi correo electrónico: vanesagf96@hotmail.com
Me gustaría hacerte una pregunta.
Gracias y un saludo,